Entrevistamos a Denise, tallerista voluntaria en Concieo. Desde hace 2 años, colabora activamente compartiendo su tiempo, conocimientos y, sobre todo, su corazón, para cambiar la vida de niños, jóvenes y familias.
¿Quién es Denise?
Soy una mujer, esposa, madre, hija, hermana, nuera… Tengo un papel activo en la empresa familiar y doy rienda suelta a mis emociones como artista. Adoro estar desbordada de actividades porque, para mí, estar quieta es la peor forma de estar.
¿Cuántos años llevas como tallerista en Concieo?
Llevo apenas 2 años.
¿Cómo llegaste
a Concieo y qué te motivó a formar parte?
Cuando mi hija más chica ya mostraba signos claros de independencia, decidí ocupar esos momentos libres. Haciendo un examen de conciencia, me di cuenta que me hacía falta encontrar una forma de retribuir, al menos un poquito, de las muchísimas bendiciones que han formado mi vida. Justo en ese tiempo llegó la invitación por parte de una tallerista a sumarme a Concieo. Cuando me entrevistaron, todo lo que me iban platicando me iba haciendo sentido, como trabajar con adolescentes, la prevención como la mejor alternativa, capacitación continua… Me convenció desde el primer momento Concieo y me di cuenta que era un lugar donde poner mi granito de arena podía hacer un cambio real.
¿Cómo ha sido tu experiencia como tallerista en Concieo?
Hay días increíbles y hay días que retan. Preparar las sesiones siempre me ha gustado y aunque he dado el mismo módulo varias veces, siempre hay algo nuevo y diferente que aportar. Hay días que los chicos te sorprenden para bien y hay días que te obligan a reinventarte para conseguir que pongan atención o se lo tomen en serio. En definitiva, el saldo siempre sale positivo.
Cuéntanos alguna anécdota que te haya marcado.
Tuve un chico que era hijo del dealer de la colonia donde vivía; lo abrió sin tapujos en una de las sesiones y me dejó helada. Este chico tenía los focos rojos encima, pero era claro que entendía las sesiones, trabajaba y participaba muchísimo. Fue ahí donde me quedó claro que sí podíamos hacer la diferencia.
¿Cómo te gustaría que te recuerden las personas a las que has dado taller?
Me gustaría que se acuerden de mí como alguien que realmente los quería y se interesaba por ellos, pero más que de mi nombre o mi cara, me gustaría que recordaran el mensaje que queremos transmitir, que logren sentir y recordar, en el momento que más lo necesiten, que son importantes y que son amados.
¿Qué le dirías a una persona que está pensando en hacer voluntariado?
Creo que solo le diría, ¡inténtalo! No hay peor esfuerzo que el que no se hace, y si nunca te has imaginado dando un taller, llevas ventaja, porque cuando uno se pone frente a un salón lleno de jóvenes, las cosas, a veces, no salen como uno se lo imagina.
Por último, ¿qué significa Concieo hoy en tu vida?
Es un espacio diferente, es mi mejor manera de romper la cotidianidad, hacer algo nuevo, fresco y diferente. Es esa palmada en la espalda que uno recibe inesperadamente porque uno cree que está dando algo de sí mismo y de repente te das cuenta que recibes mucho a cambio.